Se conservan 13 cartas de Mario Benedetti dirigidas a Hugo Alfaro. Son perlas dispersas de una amistad que se iniciara hacia 1945, cuando Benedetti se presentó a un concurso de poesía organizado por el semanario Marcha, donde se hallaba precisamente Alfaro. Las tres primeras corresponden a la segunda mitad de la década de los ’60, cuando Benedetti reside en París. El borrador del Mi mundo tal cual es, el libro de crónicas autobiográficas de Alfaro, que entrelaza la pasión por el cine con su entrañable Montevideo, merece elogiosos comentarios de un Benedetti que destaca la naturalidad de esos “montevideanos que no hablan como los personajes de Pavese”. La ciudad capital de Uruguay une de manera entrañable a Alfaro con Benedetti quien, unos años antes, diera a conocer Montevideanos (1959), una de sus obras paradigmáticas. Ambos comparten esa pertenencia y Benedetti, en particular, defiende con convicción lo local y lo privado como una temática que puede ser de interés universal. Ver para querer, otro libro de Alfaro, también es objeto de juicio. Los proyectos literarios, la vida cotidiana, son el centro de un intercambio cuyo contexto alude, entre otros temas, a Marcha y a un conocido común, Emir Rodríguez Monegal, entonces embarcado en su flamante publicación, la revista Mundo Nuevo. La nostalgia, el humor y una honda afectividad caracterizan estas misivas.

Luego, el exilio de Benedetti los separa. El período dictatorial es un largo hiato de silencio. Las siguientes nueve cartas, más breves que las anteriores, se agrupan entre 1984 y 1987, en el período madrileño de MB, que en los últimos años se alterna con su retorno a Montevideo. “Fue un alegrón escucharte después de tantos años”, escribe MB con mano firme, el 22 de junio de 1984, respondiendo a un posible audio de HA. La publicación en 1986 de Mario Benedetti (Detrás de un vidrio claro), extenso reportaje que le realizara HA, salpicado de semblanzas y recuerdos, es el centro de esta nueva etapa y sintetiza el punto más alto de la relación entre ambos. “Tengo la impresión de que el libro va a quedar muy bien y me gusta francamente tu estilo de participar, opinar, acotar, ya que todo eso lo hace más movido, lo anima considerablemente”, augura MB el 8 de mayo de 1986. Las alegrías y sinsabores del desexilio, la restauración de la democracia, el recuerdo de Carlos Quijano, los últimos trabajos publicados, las traducciones y las correcciones, los recitales con Joan Manuel Serrat, el panorama político español y en particular la fundación del semanario Brecha, que los vuelve a unir en una empresa común, son algunos de los temas más relevantes de estas últimas cartas.