Dialogo (1981-1983)
Creemos que de alguna forma los estudiantes acarreamos una especie de complejo de culpa colectivo, porque el que muchas veces seamos ignorados tiene, entre otras muchas y muy importantes causas, la de que no hemos sido capaces de hacemos oír para hacer nuestro aporte, no importa cuán pequeño, ineficaz o desoído sea. Porque, y debe estar aquí el centro del problema, los estudiantes no somos una especie de proyecto de profesionales, esponjas de conocimiento e información. La sociedad invierte mucho de su esfuerzo en la educación superior y nuestra responsabilidad es defender por todas las formas posibles ese esfuerzo hecho y entregado por todos y cada uno de los miembros de la sociedad, ricos o pobres, blancos o negros, cultos o privados de educación.