Vida Nueva
Semanario de Sociología, Artes y Actualidades
Somos evolucionistas. Y porque admitimos y comprendemos la ley del transformismo universal, cuyo descubrimiento constituye uno de los más grandes y hermosos timbres de gloria del siglo que acaba de fenecer, es que somos libertarios. A pesar de las protestas iracundas de los sabios oficiales, la ciencia fundamenta el ideal de justicia que palpita en el corazón de las multitudes oprimidas, —ideal que se encierra en el grito de dolor y protesta que surge del fondo de las minas, que llega de las heladas estepas rusas ó de las templadas pampas argentinas, que se eleva sobre las populosas ciudades yankees ó recorre las rientes campiñas itálicas, que se ahoga en la garganta del miserable indio o brota como candente lava del pecho volcánico de un siciliano; ideal que se sintetiza en esta aspiración— fuente de libertad y lucha, de belleza y amor: el derecho a la vida!